jueves, 30 de septiembre de 2010

Me da verguenza vivir en el pais en el que vivo, no puedo creer las cosas que suceden y sin limite alguno. Nos hacen las cosas en nuestras propias caras, y los que realmente pueden poner un stop dan vuelta las caras como que nada ha sucedido. Se encargan de debatir otros problemas no importantes, mientras que afuera nos estan matando uno por uno. Esto no tiene fin, y con 17 años puedo decir que me da miedo salir al mundo por que no sé si voy a volver, no sé si voy a poder ver una vez más las cosas que me hacen bien. Ni siquiera sabemos si podemos salir a divertirnos, por que todo se convierte en tragedia, todo se vuelve dia a dia más oscuro, y la soluciónes parecieran estar más lejo de lo esperado. No tengo sensación para poder explicar lo que realmente siento al ver todo esto, mi bronca es enorme y mi dolor infinito, se puede decir que suele darnos verguenza decir que somos argentinos, mientras que por detrás los ejecutivos dicen que la inseguridad ha decrecido. No sé si estoy en un sueño, no sé si estamos dormidos o realmente estamos logrando lo que queremos un pais atemorizado. Ya no somos libres de poder salir a llenar nuestras almas de alegrias, por que cualquiera viene y te la saca en cuestión de segundos, convierte tu vida en una eterna oscuridad, de nada nos puede servir tener todo si siempre terminamos llendo al mismo lugar. De nada nos sirve pedir justicia por las calles, si los que pueden lograr algo estan vacacionando en las mejores playas del mundo. No hay palabras, no hay sentimientos, total Matías ya no existe, y dentro de unas horas en nuestras mentes tampoco. Por que asi es el Argentino, se olvida de todo como que si nada ha pasado.

martes, 28 de septiembre de 2010


A veces suelo ponerme mal por la mala suerte que tengo, y no sé bien si se trata de tenerla o no. A lo mejor el destino me quiere mostrar otra cosa, la cual no he podido descifrar todavia. El mal humor se hace presente al instante y me cuesta retomar todo lo bueno que venia sucediendo, a lo mejor me agarro con personas que no tienen nada que ver, pero no me doy cuenta y ese es mi problema. Quisiera dar tantas vuelta a ésta página, pero no puedo, es imposible. No sé por que los miedos me ganan tanto, intento avanzar pero freno una y otra vez, dejar pasar el tiempo es otra de mis dificultades por que en esos minutos perdidos podria lograr cosas, tal vez buenisimas para mi gusto. Es habitual que muchas veces me corten las alas, decidan por mi, cambien mis pensamientos y logren lo que realmente quieren, manipularme. Creo que es hora de un cambio de una sola vez, pero cuando empezará, a esa respuesta tampoco no la tengo.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Reírnos del Amor.

                                                                   .


Deberia acostumbrarme a esa mansión en el viento.
Vos podrias acompañarme y sentir lo que yo siento, juntos parir un sitio donde sentirnos seguros. Malcriar un verso tibio, hasta que un dia sea maduro. Podriamos darle al espacio esa nada que nos da, y arrebatarle despacio un tiempo que no haya sido. Cuando nos venga a buscar y llamarnos a los dos juntos para ir al mismo lugar donde, Reírnos del Amor.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Todo cambia.



Todo cambia. Como decía Heráclito “no podemos bañarnos dos veces en el mismo río”. Cuando volvemos al río a bañarnos por segunda vez sus aguas ya son otras, están renovadas, se han transformado, ya no es el mismo río. El cambio es perpetuo. Nadie puede resistirse al cambio. Resistirse al cambio es como resistirse al paso del tiempo, una batalla perdida de antemano. Siempre estamos cambiando, mutando silenciosamente, aunque no lo escuchemos. Cambiar es inevitable. El cambio tiene sus tiempos, sus procesos. El cambio es algo orgánico porque está vivo. Tal vez la clave sea cambiar con el cambio. Resistirse al cambio es como querer congelar el agua del río para bañarse siempre en las mismas aguas. Cambio es revolución, y ninguna revolución puede ser amable, confortable, cómoda. Si no cambias con el cambio un día abrís los ojos y ves que todo cambió, y ahí estás perdido en lo desconocido.