Candado.

Ya me estaba olvidando de que alguién me esperaba para recibir mis palabras. Y como siempre tengo mucho por contarte, pero lo que más me interesa que sepas es que ya uno de los grandes sufrimientos va a llegando a su fin, se va a apagando cada vez más con la luz del sol. Y sí a la bendita secundaria ya le voy diciendo adiós, quizás vos del otro lado no entiendas mis sentimientos, ni mis pensamientos pero hay una cosa que seguro vas a entender, que es que mi felicidad se va asomando un poquito más. Hoy me siento tán libre, que a las palabras ajenas se la lleva el viento, el dolor y la tristeza ya no significan nada para mi. En estos 6 años, fui creciendo en mis mañanas rodeado de gente que nunca alcanzé a conocer, que nunca sabré que sienten, como viven y aprenden.  La vida no me enseño a ser como ellos y a vivir como ellos. Así como tampoco en su mundo me dejaron entrar, esas personas con miradas distantes, personas que en una palabra se convertian en algo desconocido ya van quedando en un baúl cerrado de los sentimientos que jamás volveré a vivir. La vida me hizo diferente y por fin puedo decir que no me da miedo a cambiar, por que siempre supe que un día todo iba a terminar.
Por siempre. Juan.