viernes, 22 de junio de 2012

Me siento triste, el alma se me rinde y me pide un stop. Cómo hago para seguir? No encuentro el camino, los segundos me desesperan, la vida me duele y mis ojos se cansan de ver paraísos perdidos. Sí hoy alguien llegaría a mi vida y me ofreciera un viaje sin retorno, no dudaría en decirle que no. Pero pocas veces sucede, y nos acostumbramos a una película no real. Tengo cero amor, cero paciencia, cero vida, cero suerte. Jamás imaginaba que el mundo, tu mundo, nuestro mundo de cada uno se cayera tan rápido y se construyera cuando lo vea necesario. A mamá la siento lejos, y es todo por la misma situación, sentimos bronca, desilusión de una vida que nos golpea cada día un poco más, no encontramos solución alguna para poder salir, y la salida parece nunca llegar. Salir corriendo sería lo adecuado, pero ¿a dónde? si siempre terminamos volviendo a lo nuestro. Necesito la calma que solía tener cuando esto pasaba, la perdí hace tiempo y no he encontrado manera alguna de poder recuperarla. Un sueño de chico es lo que hoy me mantiene vivo, un sueño que no sé si podre cumplir, pero sueño en fin. Deje la facultad y hoy salí en busca de un trabajo. Como cuesta dejar aquél niño soñado, que cuando le hablaban solo sabia taparse la cara por que tenia verguenza, un niño que derramaba lágrimas cuando se caía, y que hoy se cae con la vida. Veo a los chicos bien arregladitos llendo a cumplir su única tarea la de ir al colegio todos los días y los ojos se me llenan de lágrimas, no sabía que ser grande o ir creciendo era pasar por todo esto. Y es acá donde aprendo que no todos corremos la misma suerte, que debo acostumbrarme a no ser aquél chico que tiene todo, que no es aquel que sigue estudiando comúnmente por que tiene padres con u bienestar pasable. Y saben que pienso? Que alguna vez me creí eso, el niño que tenia todo y que nunca le faltaría nada, hoy me suele faltar hasta el pan. Agradezco a la vida de haberme dado una mamá como la que tengo, aunque me queje de mucho, muchas veces, no la cambio por nada y quisiera que este para siempre. Lo que ella lucha por mí, no lo va a hacer nadie y eso lo sabe cada uno de nosotros. Así como la lucho por salir adelante, ella la lucha desde otro punto pero juntos a la vez, aunque con 18 años admito que todavía tengo muchos de los gustos que deseo. Y volviendo al tema anterior, ya no tengo ganas de que alguien venga a decirme que hay que vivir la vida, por que mi vida es esta y así la vivo yo, hoy con problemas, mañana con felicidad. Y eso de que hay problemas peores, nunca los entiendo, mi problema es este y aquél es de otro, cada uno sufre lo que le toca. Sí bien, lo siento por aquellos, pero no corre por mi camino hoy. Soy un chabon bastante complicado de entender, ni siquiera logro a veces entenderme a mí mismo, así que no se asusten si mañana no los saludo, no estoy en este mundo, voy en otro. Si me preguntan que siento en estos momentos, lo que siento es poder tener la luz para encontrar la libertad para mis alas. Bye

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