Hoy te doy mi corazón.

Conocerte hoy es mi presente, someterme a esta loca aventura es mi deseo, querer tenerte pareciera todo un sueño y perderte es uno de mis mayores miedos. Hace cuanto no tocaban mi corazón de dicha manera y hace cuanto que te espero en estos días que no parecen llegar. Todavía no sos real y pude inundarme en un mar de lágrimas, todavía no me miraste a los ojos y casi que no te tengo, todavía pareces una mentira y sin embargo te creo. No sé cuanto de vos hay para mí, no sé cuanto de este tiempo será para nosotros, no sé si hay tiempo. Las mañanas pasan como el viento y en mi despertar sos un pensamiento, sos la sonrisa que ilumina mis horas, la nostalgia de quererte y el saber que tal vez no puedo tenerte. Jamás estuve tan convencido, jamás quise salir corriendo por un desconocido, jamás me animé a luchar pero me encuentro lleno de batallas a las cuales me enfrentaría por vos. Tal vez lo que buscas no es amor, tal vez solo seas de una noche, tal vez el equivocado soy yo y para vos solo sea un pasar, un camino por el cual ya transcurriste y no te llevo hacia ningún lugar, minuto a minuto trato de hacerle entender a este corazón que no estas, que podes ser una ilusión pero lo que escucho se asemeja a un hermoso cantar porque en una hoja, en un teléfono, en un suspiro, en el aire, en un texto, en una canción, en una idea, en mi imaginación, en ese gran cielo que nos resguarda a los dos y en este vacío, ahí te encuentro a vos, ahí me animo a soñarte, a pedirte que no te vayas y aunque ya nos parezca costumbre, somos un gran parque por explorar. Todo esta nublado y frío, como un río donde desembocan millones de sentimientos y donde nadie ve hasta donde pueden correr, donde terminan, donde se acaba y si vuelven a nacer. Siempre la palabra la tiene el destino, siempre los finales suelen estar marcados pero en lo más profundo de este sentir, todavía no existe, todavía no existe un fin porque al mirar el cielo casi te puedo tocar, casi que cuando cierro mis ojos mis labios se atreven a volar, allá, lejos, en esa brisa que ruego que acabara en vos. Somos silencios, somos olvidos, algo somos. ¿Quién soy? ¿Quién sos? ¿Estas conmigo o no existís? ¿Jugas o soñas?.



¿Me acompañas?.